RESERVAS DE LA BIOSFERA EN EL SISTEMA NACIONAL DE MONITOREO

CONTEO DE AVES Y FOTOTRAMPEO-HUELLAS-EXCRETAS

     

RB Calakmul

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves permite tener una aproximación de la condición del ecosistema. Un ecosistema íntegro tendrá bien representados a los grupos funcionales de acuerdo a la composición de especies que se detecten presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a los impactos humanos, si llegasen a extinguirse localmente los miembros de estos grupos funcionales, ésta función no se desempeñaría y el ecosistema por lo tanto no sería íntegro.En la RB Calakmul se ha registrado una representatividad funcional de 10%, presenta 20 grupos funcionales esperados en el SNIB, es decir en los inventarios de referencia, de los cuales actualmente en el SNMB se han registrado 2 grupos.

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

       

Método

Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018) al que llamaremos inventarios de referencia, este se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB entre el 2015 al 2017. Se identificaron los grupos funcionales al que pertenece cada especie, para estimar la representatividad funcional mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, lo que confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Tener mayor cantidad de datos permitirá integraran otros estimadores asociados con diversidad funcional para comparar esta representatividad y estimar la consistencia de la condición y poder integrarla como parte de la calibración del modelo de Integridad Ecosistémica. Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018). Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

     

Especies Clave: Depredadores Tope y sus presas principales

     

Los depredadores tope son especies clave que se encuentran en los niveles más altos de la cadena trófica. Al ser carnívoros estrictos de talla grande, son importantes reguladores de la estructura del ecosistema y ayudan a preservar la biodiversidad de las comunidades terrestres (Soulé and Terborgh, 1980). Son llamados ingenieros ecosistémicos por el papel que juegan en proveer de recursos a diversas especies como coleópteros, aves y pequeños mamíferosa a partir de los restos que dejan de sus presas como es el caso del puma (Elbroch, et al 2017; Barry et al 2018). Los mamíferos depredadores tope en México son el Puma y el Jaguar. Estos son los felinos más grandes y ambos cubren casi todo el territorio nacional. A pesar de presentar una amplia distribución, tienen baja abundancia debido a sus hábitos territoriales, por lo que se requiere de un alto esfuezo de muestreo para su monitoreo. Sin embargo, la presencia de los depredadores es dependiente de la presencia de sus presas. Aquí se evaluó la representatividad de la composición de los depredadores tope y sus principales presas en México como aproximación del estado del esta interacción (depredador-presa).

Se compilaron inventarios de especies de mamíferos (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad) que son reconocidos como presas principales en las Áreas Naturales Protegidas para contrastar la composición esperada con la registrada en el SNMB a partir de cámaras trampa, huellas y excretas (Figura 2).

La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB Calakmul en el SAR-MOD hasta ahora es de 55.6%.

      Figura 2. Representatividad de presas y depredadores tope. Se muestran las presas y depredadores potencialmente presentes en el Área Natural y su abundancia relativa detectada. Las diferentes secciones en la gráfica muestran si las especies son presas compartidas o exclusivas de cada depredador tope. La ausencia de barras muestra que no ha sido detectada la especie en el SNMB en el periodo 2014-2017

RB El Pinacate y Gran Desierto de Altar

     

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves permite tener una aproximación de la condición del ecosistema. Un ecosistema íntegro tendrá bien representados a los grupos funcionales de acuerdo a la composición de especies que se detecten presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a los impactos humanos, si llegasen a extinguirse localmente los miembros de estos grupos funcionales, ésta función no se desempeñaría y el ecosistema por lo tanto no sería íntegro.En la RB El Pinacate y Gran Desierto de Altar se ha registrado una representatividad funcional de 46.2%, presenta 13 grupos funcionales esperados en el SNIB, es decir en los inventarios de referencia, de los cuales actualmente en el SNMB se han registrado 6 grupos.

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

     

Método

Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018) al que llamaremos inventarios de referencia, este se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB entre el 2015 al 2017. Se identificaron los grupos funcionales al que pertenece cada especie, para estimar la representatividad funcional mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, lo que confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Tener mayor cantidad de datos permitirá integraran otros estimadores asociados con diversidad funcional para comparar esta representatividad y estimar la consistencia de la condición y poder integrarla como parte de la calibración del modelo de Integridad Ecosistémica.

Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018). Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

     

Especies Clave: Depredadores Tope y sus presas principales

     

Los depredadores tope son especies clave que se encuentran en los niveles más altos de la cadena trófica. Al ser carnívoros estrictos de talla grande, son importantes reguladores de la estructura del ecosistema y ayudan a preservar la biodiversidad de las comunidades terrestres (Soulé and Terborgh, 1980). Son llamados ingenieros ecosistémicos por el papel que juegan en proveer de recursos a diversas especies como coleópteros, aves y pequeños mamíferosa a partir de los restos que dejan de sus presas como es el caso del puma (Elbroch, et al 2017; Barry et al 2018). Los mamíferos depredadores tope en México son el Puma y el Jaguar. Estos son los felinos más grandes y ambos cubren casi todo el territorio nacional. A pesar de presentar una amplia distribución, tienen baja abundancia debido a sus hábitos territoriales, por lo que se requiere de un alto esfuezo de muestreo para su monitoreo. Sin embargo, la presencia de los depredadores es dependiente de la presencia de sus presas. Aquí se evaluó la representatividad de la composición de los depredadores tope y sus principales presas en México como aproximación del estado del esta interacción (depredador-presa).

Se compilaron inventarios de especies de mamíferos (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad) que son reconocidos como presas principales en las Áreas Naturales Protegidas para contrastar la composición esperada con la registrada en el SNMB a partir de cámaras trampa, huellas y excretas (Figura 2).

La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB EL Pinacate y Gran Desierto de Altar en el SAR-MOD hasta ahora es de 0%.La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB EL Pinacate y Gran desierto de Altar en el SAR-MOD hasta ahora es de 0%. Las presas esperadas de Puma concolor son Ovis canadensis, Odocoileus virginianus, Odocoileus hemionus, Dicotyles tajacu sin embargo aún no se han detectado.

RB El Triunfo

     

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves es una aproximación del estado funcional del ecosistema, un ecosistema íntegro tendría bien representados a los grupos funcionales a partir de las especies presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a la acción humana, si llegara a dejar de haber representantes de grupos funcionales completos ésta función no se desempeñaría y por lo tanto el ecosistema estará degradándose.En la RB El Triunfo se ha registrado una representatividad funcional de 63.2%, presenta 19 grupos funcionales esperados en el SNIB, es decir en los inventarios de referencia, de los cuales actualmente en el SNMB se han registrado 12 grupos.

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

        Método

Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018) al que llamaremos inventarios de referencia, este se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB entre el 2015 al 2017. Se identificaron los grupos funcionales al que pertenece cada especie, para estimar la representatividad funcional mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, lo que confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Tener mayor cantidad de datos permitirá integraran otros estimadores asociados con diversidad funcional para comparar esta representatividad y estimar la consistencia de la condición y poder integrarla como parte de la calibración del modelo de Integridad Ecosistémica. Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018). Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

     

Especies Clave: Depredadores Tope y sus presas principales

     

Los depredadores tope son especies clave que se encuentran en los niveles más altos de la cadena trófica. Al ser carnívoros estrictos de talla grande, son importantes reguladores de la estructura del ecosistema y ayudan a preservar la biodiversidad de las comunidades terrestres (Soulé and Terborgh, 1980). Son llamados ingenieros ecosistémicos por el papel que juegan en proveer de recursos a diversas especies como coleópteros, aves y pequeños mamíferosa a partir de los restos que dejan de sus presas como es el caso del puma (Elbroch, et al 2017; Barry et al 2018). Los mamíferos depredadores tope en México son el Puma y el Jaguar. Estos son los felinos más grandes y ambos cubren casi todo el territorio nacional. A pesar de presentar una amplia distribución, tienen baja abundancia debido a sus hábitos territoriales, por lo que se requiere de un alto esfuezo de muestreo para su monitoreo. Sin embargo, la presencia de los depredadores es dependiente de la presencia de sus presas. Aquí se evaluó la representatividad de la composición de los depredadores tope y sus principales presas en México como aproximación del estado del esta interacción (depredador-presa).

Se compilaron inventarios de especies de mamíferos (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad) que son reconocidos como presas principales en las Áreas Naturales Protegidas para contrastar la composición esperada con la registrada en el SNMB a partir de cámaras trampa, huellas y excretas (Figura 2).

La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB El Triunfo en el SAR-MOD hasta ahora es de 71.4%.

     

Figura 2. Representatividad de presas y depredadores tope. Se muestran las presas y depredadores potencialmente presentes en el Área Natural y su abundancia relativa detectada. Las diferentes secciones en la gráfica muestran si las especies son presas compartidas o exclusivas de cada depredador tope. La ausencia de barras muestra que no ha sido detectada la especie en el SNMB en el periodo 2014-2017

RB El Vizcaíno

     

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves permite tener una aproximación de la condición del ecosistema. Un ecosistema íntegro tendrá bien representados a los grupos funcionales de acuerdo a la composición de especies que se detecten presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a los impactos humanos, si llegasen a extinguirse localmente los miembros de estos grupos funcionales, ésta función no se desempeñaría y el ecosistema por lo tanto no sería íntegro. En la RB El Vizcaíno se ha registrado una representatividad funcional de 58.8%, presenta 17 grupos funcionales esperados en el SNIB, es decir en los inventarios de referencia, de los cuales actualmente en el SNMB se han registrado 10 grupos.

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

        Método

Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018) al que llamaremos inventarios de referencia, este se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB entre el 2015 al 2017. Se identificaron los grupos funcionales al que pertenece cada especie, para estimar la representatividad funcional mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, lo que confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Tener mayor cantidad de datos permitirá integraran otros estimadores asociados con diversidad funcional para comparar esta representatividad y estimar la consistencia de la condición y poder integrarla como parte de la calibración del modelo de Integridad Ecosistémica. Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018). Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

     

Especies Clave: Depredadores Tope y sus presas principales

     

Los depredadores tope son especies clave que se encuentran en los niveles más altos de la cadena trófica. Al ser carnívoros estrictos de talla grande, son importantes reguladores de la estructura del ecosistema y ayudan a preservar la biodiversidad de las comunidades terrestres (Soulé and Terborgh, 1980). Son llamados ingenieros ecosistémicos por el papel que juegan en proveer de recursos a diversas especies como coleópteros, aves y pequeños mamíferosa a partir de los restos que dejan de sus presas como es el caso del puma (Elbroch, et al 2017; Barry et al 2018). Los mamíferos depredadores tope en México son el Puma y el Jaguar. Estos son los felinos más grandes y ambos cubren casi todo el territorio nacional. A pesar de presentar una amplia distribución, tienen baja abundancia debido a sus hábitos territoriales, por lo que se requiere de un alto esfuezo de muestreo para su monitoreo. Sin embargo, la presencia de los depredadores es dependiente de la presencia de sus presas. Aquí se evaluó la representatividad de la composición de los depredadores tope y sus principales presas en México como aproximación del estado del esta interacción (depredador-presa).

Se compilaron inventarios de especies de mamíferos (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad) que son reconocidos como presas principales en las Áreas Naturales Protegidas para contrastar la composición esperada con la registrada en el SNMB a partir de cámaras trampa, huellas y excretas (Figura 2).

La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB El Vizcaíno en el SAR-MOD hasta ahora es de 50%.

     

Figura 2. Representatividad de presas y depredadores tope. Se muestran las presas y depredadores potencialmente presentes en el Área Natural y su abundancia relativa detectada. Las diferentes secciones en la gráfica muestran si las especies son presas compartidas o exclusivas de cada depredador tope. La ausencia de barras muestra que no ha sido detectada la especie en el SNMB en el periodo 2014-2017

RB Janos

     

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves permite tener una aproximación de la condición del ecosistema. Un ecosistema íntegro tendrá bien representados a los grupos funcionales de acuerdo a la composición de especies que se detecten presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a los impactos humanos, si llegasen a extinguirse localmente los miembros de estos grupos funcionales, ésta función no se desempeñaría y el ecosistema por lo tanto no sería íntegro. En la RB Janos se ha registrado una representatividad funcional de 50%, presenta 20 grupos funcionales esperados en el SNIB, es decir en los inventarios de referencia, de los cuales actualmente en el SNMB se han registrado 10 grupos.

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

        Método

Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018) al que llamaremos inventarios de referencia, este se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB entre el 2015 al 2017. Se identificaron los grupos funcionales al que pertenece cada especie, para estimar la representatividad funcional mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, lo que confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Tener mayor cantidad de datos permitirá integraran otros estimadores asociados con diversidad funcional para comparar esta representatividad y estimar la consistencia de la condición y poder integrarla como parte de la calibración del modelo de Integridad Ecosistémica. Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018). Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

     

Especies Clave: Depredadores Tope y sus presas principales

     

Los depredadores tope son especies clave que se encuentran en los niveles más altos de la cadena trófica. Al ser carnívoros estrictos de talla grande, son importantes reguladores de la estructura del ecosistema y ayudan a preservar la biodiversidad de las comunidades terrestres (Soulé and Terborgh, 1980). Son llamados ingenieros ecosistémicos por el papel que juegan en proveer de recursos a diversas especies como coleópteros, aves y pequeños mamíferosa a partir de los restos que dejan de sus presas como es el caso del puma (Elbroch, et al 2017; Barry et al 2018). Los mamíferos depredadores tope en México son el Puma y el Jaguar. Estos son los felinos más grandes y ambos cubren casi todo el territorio nacional. A pesar de presentar una amplia distribución, tienen baja abundancia debido a sus hábitos territoriales, por lo que se requiere de un alto esfuezo de muestreo para su monitoreo. Sin embargo, la presencia de los depredadores es dependiente de la presencia de sus presas. Aquí se evaluó la representatividad de la composición de los depredadores tope y sus principales presas en México como aproximación del estado del esta interacción (depredador-presa).

Se compilaron inventarios de especies de mamíferos (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad) que son reconocidos como presas principales en las Áreas Naturales Protegidas para contrastar la composición esperada con la registrada en el SNMB a partir de cámaras trampa, huellas y excretas (Figura 2).

La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB Janos en el SAR-MOD hasta ahora es de 50%.

     

Figura 2. Representatividad de presas y depredadores tope. Se muestran las presas y depredadores potencialmente presentes en el Área Natural y su abundancia relativa detectada. Las diferentes secciones en la gráfica muestran si las especies son presas compartidas o exclusivas de cada depredador tope. La ausencia de barras muestra que no ha sido detectada la especie en el SNMB en el periodo 2014-2017

RB La Encrucijada

     

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves permite tener una aproximación de la condición del ecosistema. Un ecosistema íntegro tendrá bien representados a los grupos funcionales de acuerdo a la composición de especies que se detecten presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a los impactos humanos, si llegasen a extinguirse localmente los miembros de estos grupos funcionales, ésta función no se desempeñaría y el ecosistema por lo tanto no sería íntegro.En la RB La Encrucijada se ha registrado una representatividad funcional de 63.2%, presenta 19 grupos funcionales esperados en el SNIB, es decir en los inventarios de referencia, de los cuales actualmente en el SNMB se han registrado 12 grupos.

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

       

Método

Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018) al que llamaremos inventarios de referencia, este se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB entre el 2015 al 2017. Se identificaron los grupos funcionales al que pertenece cada especie, para estimar la representatividad funcional mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, lo que confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Tener mayor cantidad de datos permitirá integraran otros estimadores asociados con diversidad funcional para comparar esta representatividad y estimar la consistencia de la condición y poder integrarla como parte de la calibración del modelo de Integridad Ecosistémica. Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018). Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

     

Especies Clave: Depredadores Tope y sus presas principales

     

Los depredadores tope son especies clave que se encuentran en los niveles más altos de la cadena trófica. Al ser carnívoros estrictos de talla grande, son importantes reguladores de la estructura del ecosistema y ayudan a preservar la biodiversidad de las comunidades terrestres (Soulé and Terborgh, 1980). Son llamados ingenieros ecosistémicos por el papel que juegan en proveer de recursos a diversas especies como coleópteros, aves y pequeños mamíferosa a partir de los restos que dejan de sus presas como es el caso del puma (Elbroch, et al 2017; Barry et al 2018). Los mamíferos depredadores tope en México son el Puma y el Jaguar. Estos son los felinos más grandes y ambos cubren casi todo el territorio nacional. A pesar de presentar una amplia distribución, tienen baja abundancia debido a sus hábitos territoriales, por lo que se requiere de un alto esfuezo de muestreo para su monitoreo. Sin embargo, la presencia de los depredadores es dependiente de la presencia de sus presas. Aquí se evaluó la representatividad de la composición de los depredadores tope y sus principales presas en México como aproximación del estado del esta interacción (depredador-presa).

Se compilaron inventarios de especies de mamíferos (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad) que son reconocidos como presas principales en las Áreas Naturales Protegidas para contrastar la composición esperada con la registrada en el SNMB a partir de cámaras trampa, huellas y excretas (Figura 2).

La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB La Encrucijada en el SAR-MOD hasta ahora es de 20%.

      Figura 2. Representatividad de presas y depredadores tope. Se muestran las presas y depredadores potencialmente presentes en el Área Natural y su abundancia relativa detectada. Las diferentes secciones en la gráfica muestran si las especies son presas compartidas o exclusivas de cada depredador tope. La ausencia de barras muestra que no ha sido detectada la especie en el SNMB en el periodo 2014-2017

RB La Sepultura

     

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves permite tener una aproximación de la condición del ecosistema. Un ecosistema íntegro tendrá bien representados a los grupos funcionales de acuerdo a la composición de especies que se detecten presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a los impactos humanos, si llegasen a extinguirse localmente los miembros de estos grupos funcionales, ésta función no se desempeñaría y el ecosistema por lo tanto no sería íntegro.En la RB La Sepultura se ha registrado una representatividad funcional de 63.2%, presenta 19 grupos funcionales esperados en el SNIB, es decir en los inventarios de referencia, de los cuales actualmente en el SNMB se han registrado 12 grupos.

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

        Método

Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018) al que llamaremos inventarios de referencia, este se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB entre el 2015 al 2017. Se identificaron los grupos funcionales al que pertenece cada especie, para estimar la representatividad funcional mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, lo que confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Tener mayor cantidad de datos permitirá integraran otros estimadores asociados con diversidad funcional para comparar esta representatividad y estimar la consistencia de la condición y poder integrarla como parte de la calibración del modelo de Integridad Ecosistémica. Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018). Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

     

Especies Clave: Depredadores Tope y sus presas principales

     

Los depredadores tope son especies clave que se encuentran en los niveles más altos de la cadena trófica. Al ser carnívoros estrictos de talla grande, son importantes reguladores de la estructura del ecosistema y ayudan a preservar la biodiversidad de las comunidades terrestres (Soulé and Terborgh, 1980). Son llamados ingenieros ecosistémicos por el papel que juegan en proveer de recursos a diversas especies como coleópteros, aves y pequeños mamíferosa a partir de los restos que dejan de sus presas como es el caso del puma (Elbroch, et al 2017; Barry et al 2018). Los mamíferos depredadores tope en México son el Puma y el Jaguar. Estos son los felinos más grandes y ambos cubren casi todo el territorio nacional. A pesar de presentar una amplia distribución, tienen baja abundancia debido a sus hábitos territoriales, por lo que se requiere de un alto esfuezo de muestreo para su monitoreo. Sin embargo, la presencia de los depredadores es dependiente de la presencia de sus presas. Aquí se evaluó la representatividad de la composición de los depredadores tope y sus principales presas en México como aproximación del estado del esta interacción (depredador-presa).

Se compilaron inventarios de especies de mamíferos (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad) que son reconocidos como presas principales en las Áreas Naturales Protegidas para contrastar la composición esperada con la registrada en el SNMB a partir de cámaras trampa, huellas y excretas (Figura 2).

La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB La Sepultura en el SAR-MOD hasta ahora es de 57.1%.

      Figura 2. Representatividad de presas y depredadores tope. Se muestran las presas y depredadores potencialmente presentes en el Área Natural y su abundancia relativa detectada. Las diferentes secciones en la gráfica muestran si las especies son presas compartidas o exclusivas de cada depredador tope. La ausencia de barras muestra que no ha sido detectada la especie en el SNMB en el periodo 2014-2017

RB Los Tuxtlas

     

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves permite tener una aproximación de la condición del ecosistema. Un ecosistema íntegro tendrá bien representados a los grupos funcionales de acuerdo a la composición de especies que se detecten presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a los impactos humanos, si llegasen a extinguirse localmente los miembros de estos grupos funcionales, ésta función no se desempeñaría y el ecosistema por lo tanto no sería íntegro. En la RB Los Tuxtlas sse ha registrado una representatividad funcional de 61.9%, presenta 21 grupos funcionales esperados en el SNIB, es decir en los inventarios de referencia, de los cuales actualmente en el SNMB se han registrado 13** grupos.**

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

        Método

Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018) al que llamaremos inventarios de referencia, este se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB entre el 2015 al 2017. Se identificaron los grupos funcionales al que pertenece cada especie, para estimar la representatividad funcional mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, lo que confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Tener mayor cantidad de datos permitirá integraran otros estimadores asociados con diversidad funcional para comparar esta representatividad y estimar la consistencia de la condición y poder integrarla como parte de la calibración del modelo de Integridad Ecosistémica. Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018). Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

     

Especies Clave: Depredadores Tope y sus presas principales

     

Los depredadores tope son especies clave que se encuentran en los niveles más altos de la cadena trófica. Al ser carnívoros estrictos de talla grande, son importantes reguladores de la estructura del ecosistema y ayudan a preservar la biodiversidad de las comunidades terrestres (Soulé and Terborgh, 1980). Son llamados ingenieros ecosistémicos por el papel que juegan en proveer de recursos a diversas especies como coleópteros, aves y pequeños mamíferosa a partir de los restos que dejan de sus presas como es el caso del puma (Elbroch, et al 2017; Barry et al 2018). Los mamíferos depredadores tope en México son el Puma y el Jaguar. Estos son los felinos más grandes y ambos cubren casi todo el territorio nacional. A pesar de presentar una amplia distribución, tienen baja abundancia debido a sus hábitos territoriales, por lo que se requiere de un alto esfuezo de muestreo para su monitoreo. Sin embargo, la presencia de los depredadores es dependiente de la presencia de sus presas. Aquí se evaluó la representatividad de la composición de los depredadores tope y sus principales presas en México como aproximación del estado del esta interacción (depredador-presa).

Se compilaron inventarios de especies de mamíferos (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad) que son reconocidos como presas principales en las Áreas Naturales Protegidas para contrastar la composición esperada con la registrada en el SNMB a partir de cámaras trampa, huellas y excretas (Figura 2).

La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB Los Tuxtlas en el SAR-MOD hasta ahora es de 28%.

      Figura 2. Representatividad de presas y depredadores tope. Se muestran las presas y depredadores potencialmente presentes en el Área Natural y su abundancia relativa detectada. Las diferentes secciones en la gráfica muestran si las especies son presas compartidas o exclusivas de cada depredador tope. La ausencia de barras muestra que no ha sido detectada la especie en el SNMB en el periodo 2014-2017

RB Mapimí

     

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves permite tener una aproximación de la condición del ecosistema. Un ecosistema íntegro tendrá bien representados a los grupos funcionales de acuerdo a la composición de especies que se detecten presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a los impactos humanos, si llegasen a extinguirse localmente los miembros de estos grupos funcionales, ésta función no se desempeñaría y el ecosistema por lo tanto no sería íntegro. En la RB Mapimí se ha registrado una representatividad funcionalde 41.2%, presenta 17 grupos funcionales esperados en el SNIB, es decir en los inventarios de referencia, de los cuales actualmente en el SNMB se han registrado 7 grupos.

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

        Método

Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018) al que llamaremos inventarios de referencia, este se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB entre el 2015 al 2017. Se identificaron los grupos funcionales al que pertenece cada especie, para estimar la representatividad funcional mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, lo que confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Tener mayor cantidad de datos permitirá integraran otros estimadores asociados con diversidad funcional para comparar esta representatividad y estimar la consistencia de la condición y poder integrarla como parte de la calibración del modelo de Integridad Ecosistémica. Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018). Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

     

Especies Clave: Depredadores Tope y sus presas principales

     

Los depredadores tope son especies clave que se encuentran en los niveles más altos de la cadena trófica. Al ser carnívoros estrictos de talla grande, son importantes reguladores de la estructura del ecosistema y ayudan a preservar la biodiversidad de las comunidades terrestres (Soulé and Terborgh, 1980). Son llamados ingenieros ecosistémicos por el papel que juegan en proveer de recursos a diversas especies como coleópteros, aves y pequeños mamíferosa a partir de los restos que dejan de sus presas como es el caso del puma (Elbroch, et al 2017; Barry et al 2018). Los mamíferos depredadores tope en México son el Puma y el Jaguar. Estos son los felinos más grandes y ambos cubren casi todo el territorio nacional. A pesar de presentar una amplia distribución, tienen baja abundancia debido a sus hábitos territoriales, por lo que se requiere de un alto esfuezo de muestreo para su monitoreo. Sin embargo, la presencia de los depredadores es dependiente de la presencia de sus presas. Aquí se evaluó la representatividad de la composición de los depredadores tope y sus principales presas en México como aproximación del estado del esta interacción (depredador-presa).

Se compilaron inventarios de especies de mamíferos (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad) que son reconocidos como presas principales en las Áreas Naturales Protegidas para contrastar la composición esperada con la registrada en el SNMB a partir de cámaras trampa, huellas y excretas (Figura 2).

La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB Mapimíen el SAR-MOD hasta ahora es de 33.3%.

Figura 2. Representatividad de presas y depredadores tope. Se muestran las presas y depredadores potencialmente presentes en el Área Natural y su abundancia relativa detectada. Las diferentes secciones en la gráfica muestran si las especies son presas compartidas o exclusivas de cada depredador tope. La ausencia de barras muestra que no ha sido detectada la especie en el SNMB en el periodo 2014-2017

data<-read.csv("DepTopeSinAves.csv", sep=",")
data<-data.frame(data)
sumpreypredr<-data%>%group_by(Sitio)%>%count(IncidenciaSNMB)%>%group_by(Sitio)%>%summarize(sum(n))
preypredr<-data%>%group_by(Sitio)%>%count(IncidenciaSNMB)

RB Montes Azules

     

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves permite tener una aproximación de la condición del ecosistema. Un ecosistema íntegro tendrá bien representados a los grupos funcionales de acuerdo a la composición de especies que se detecten presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a los impactos humanos, si llegasen a extinguirse localmente los miembros de estos grupos funcionales, ésta función no se desempeñaría y el ecosistema por lo tanto no sería íntegro.En la RB Montes Azules se ha registrado una representatividad funcional de 50%, presenta 20 grupos funcionales esperados en el SNIB, es decir en los inventarios de referencia, de los cuales actualmente en el SNMB se han registrado 10** grupos.**

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

        Método

Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018) al que llamaremos inventarios de referencia, este se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB entre el 2015 al 2017. Se identificaron los grupos funcionales al que pertenece cada especie, para estimar la representatividad funcional mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, lo que confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Tener mayor cantidad de datos permitirá integraran otros estimadores asociados con diversidad funcional para comparar esta representatividad y estimar la consistencia de la condición y poder integrarla como parte de la calibración del modelo de Integridad Ecosistémica. Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018). Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

     

Especies Clave: Depredadores Tope y sus presas principales

     

Los depredadores tope son especies clave que se encuentran en los niveles más altos de la cadena trófica. Al ser carnívoros estrictos de talla grande, son importantes reguladores de la estructura del ecosistema y ayudan a preservar la biodiversidad de las comunidades terrestres (Soulé and Terborgh, 1980). Son llamados ingenieros ecosistémicos por el papel que juegan en proveer de recursos a diversas especies como coleópteros, aves y pequeños mamíferosa a partir de los restos que dejan de sus presas como es el caso del puma (Elbroch, et al 2017; Barry et al 2018). Los mamíferos depredadores tope en México son el Puma y el Jaguar. Estos son los felinos más grandes y ambos cubren casi todo el territorio nacional. A pesar de presentar una amplia distribución, tienen baja abundancia debido a sus hábitos territoriales, por lo que se requiere de un alto esfuezo de muestreo para su monitoreo. Sin embargo, la presencia de los depredadores es dependiente de la presencia de sus presas. Aquí se evaluó la representatividad de la composición de los depredadores tope y sus principales presas en México como aproximación del estado del esta interacción (depredador-presa).

Se compilaron inventarios de especies de mamíferos (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad) que son reconocidos como presas principales en las Áreas Naturales Protegidas para contrastar la composición esperada con la registrada en el SNMB a partir de cámaras trampa, huellas y excretas (Figura 2).

La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB Montes Azules en el SAR-MOD hasta ahora es de 12.5%.

      Figura 2. Representatividad de presas y depredadores tope. Se muestran las presas y depredadores potencialmente presentes en el Área Natural y su abundancia relativa detectada. Las diferentes secciones en la gráfica muestran si las especies son presas compartidas o exclusivas de cada depredador tope. La ausencia de barras muestra que no ha sido detectada la especie en el SNMB en el periodo 2014-2017

RB Ría Lagartos

     

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves permite tener una aproximación de la condición del ecosistema. Un ecosistema íntegro tendrá bien representados a los grupos funcionales de acuerdo a la composición de especies que se detecten presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a los impactos humanos, si llegasen a extinguirse localmente los miembros de estos grupos funcionales, ésta función no se desempeñaría y el ecosistema por lo tanto no sería íntegro. En el RB Ría Lagartos se ha registrado una representatividad funcional de 59.1%. De los 22 grupos funcionales esperados deacuerdo al los inventarios de referencia (SNIB),en el SNMB se han registrado 13 grupos entre 2015 a 2017 (Figura 1).

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

       

Método Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018), el número de especies se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB (SAR-MOD). Se identifican los grupos funcionales al que pertenece cada especie, y mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018).

     

Especies Clave: Depredadores Tope y sus presas principales

     

Los mamíferos depredadores tope en México son el Puma y el Jaguar. Estos son los felinos más grandes y ambos cubren casi todo el territorio nacional. A pesar de presentar una amplia distribución, tienen baja abundancia debido a sus hábitos territoriales, por lo que se requiere de un alto esfuezo de muestreo para su monitoreo. Sin embargo, la presencia de los depredadores es dependiente de la presencia de sus presas. Aquí se evaluó la representatividad de la composición de los depredadores tope y sus principales presas en México como aproximación del estado del esta interacción (depredador-presa). Se compilaron inventarios de especies de mamíferos (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad) que son reconocidos como presas principales en las Áreas Naturales Protegidas para contrastar la composición esperada con la registrada en el SNMB a partir de cámaras trampa, huellas y excretas (Figura 2).

La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB Ría Lagartos en el SAR-MOD hasta ahora es de 100%.

**Figura 2. Representatividad de presas y depredadores tope. Se muestran las presas y depredadores potencialmente presentes en el Área Natural y su abundancia relativa detectada.

Los depredadores tope son especies clave que se encuentran en los niveles más altos de la cadena trófica. Al ser carnívoros estrictos de talla grande, son importantes reguladores de la estructura del ecosistema y ayudan a preservar la biodiversidad de las comunidades terrestres (Soulé and Terborgh, 1980). Son llamados ingenieros ecosistémicos por el papel que juegan en proveer de recursos a diversas especies como coleópteros, aves y pequeños mamíferosa a partir de los restos que dejan de sus presas como es el caso del puma (Elbroch, et al 2017; Barry et al 2018).

RB Sierra del Abra Tanchipa

     

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves permite tener una aproximación de la condición del ecosistema. Un ecosistema íntegro tendrá bien representados a los grupos funcionales de acuerdo a la composición de especies que se detecten presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a los impactos humanos, si llegasen a extinguirse localmente los miembros de estos grupos funcionales, ésta función no se desempeñaría y el ecosistema por lo tanto no sería íntegro.En la RB Sierra del Abra Tanchipa se ha registrado una representatividad funcional que no ha sido posible calcular hasta que no existan datos del SNIB en esta ANP.

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

        Método

Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018) al que llamaremos inventarios de referencia, este se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB entre el 2015 al 2017. Se identificaron los grupos funcionales al que pertenece cada especie, para estimar la representatividad funcional mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, lo que confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Tener mayor cantidad de datos permitirá integraran otros estimadores asociados con diversidad funcional para comparar esta representatividad y estimar la consistencia de la condición y poder integrarla como parte de la calibración del modelo de Integridad Ecosistémica. Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018). Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

Especies Clave: Depredadores Tope y sus presas principales

     

Los depredadores tope son especies clave que se encuentran en los niveles más altos de la cadena trófica. Al ser carnívoros estrictos de talla grande, son importantes reguladores de la estructura del ecosistema y ayudan a preservar la biodiversidad de las comunidades terrestres (Soulé and Terborgh, 1980). Son llamados ingenieros ecosistémicos por el papel que juegan en proveer de recursos a diversas especies como coleópteros, aves y pequeños mamíferosa a partir de los restos que dejan de sus presas como es el caso del puma (Elbroch, et al 2017; Barry et al 2018). Los mamíferos depredadores tope en México son el Puma y el Jaguar. Estos son los felinos más grandes y ambos cubren casi todo el territorio nacional. A pesar de presentar una amplia distribución, tienen baja abundancia debido a sus hábitos territoriales, por lo que se requiere de un alto esfuezo de muestreo para su monitoreo. Sin embargo, la presencia de los depredadores es dependiente de la presencia de sus presas. Aquí se evaluó la representatividad de la composición de los depredadores tope y sus principales presas en México como aproximación del estado del esta interacción (depredador-presa).

Se compilaron inventarios de especies de mamíferos (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad) que son reconocidos como presas principales en las Áreas Naturales Protegidas para contrastar la composición esperada con la registrada en el SNMB a partir de cámaras trampa, huellas y excretas (Figura 2).

La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB Sierra de Abra Tanchipa en el SAR-MOD hasta ahora es de 28.6%.

      Figura 2. Representatividad de presas y depredadores tope. Se muestran las presas y depredadores potencialmente presentes en el Área Natural y su abundancia relativa detectada. Las diferentes secciones en la gráfica muestran si las especies son presas compartidas o exclusivas de cada depredador tope. La ausencia de barras muestra que no ha sido detectada la especie en el SNMB en el periodo 2014-2017

RB Sierra de Manantlán

     

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves es una aproximación del estado funcional del ecosistema, un ecosistema íntegro tendría bien representados a los grupos funcionales a partir de las especies presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a la acción humana, si llegara a dejar de haber representantes de grupos funcionales completos ésta función no se desempeñaría y por lo tanto el ecosistema estará degradándose.En la RB Sierra de Manantlán se ha registrado una representatividad funcional de 27.8%, presenta 18 grupos funcionales esperados en el SNIB, es decir en los inventarios de referencia, de los cuales actualmente en el SNMB se han registrado 5 grupos.

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

        Método

Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018) al que llamaremos inventarios de referencia, este se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB entre el 2015 al 2017. Se identificaron los grupos funcionales al que pertenece cada especie, para estimar la representatividad funcional mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, lo que confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Tener mayor cantidad de datos permitirá integraran otros estimadores asociados con diversidad funcional para comparar esta representatividad y estimar la consistencia de la condición y poder integrarla como parte de la calibración del modelo de Integridad Ecosistémica. Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018). Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

RB Tehuacán-Cuicatlán

     

Representatividad Funcional: Aves

La representatividad funcional de las aves permite tener una aproximación de la condición del ecosistema. Un ecosistema íntegro tendrá bien representados a los grupos funcionales de acuerdo a la composición de especies que se detecten presentes. Debido a que algunas especies son más vulnerables a los impactos humanos, si llegasen a extinguirse localmente los miembros de estos grupos funcionales, ésta función no se desempeñaría y el ecosistema por lo tanto no sería íntegro.En el RB Tehuacán-Cuicatlán se ha registrado una representatividad funcional de 64.7%, presenta 17 grupos funcionales esperados en el SNIB, es decir en los inventarios de referencia, de los cuales actualmente en el SNMB se han registrado 11 grupos.

 

Figura 1. Representatividad de grupos funcionales y redundancia de especies por grupo funcional de las aves mediante observación directa y fototrampeo en el SAR-MOD, SNMB, 2015-2017

        Método

Para calcular la representatividad funcional se obtiene la composición de especies esperada por ANP registrada en el Sistema Nacional de Información de la Biodiversidad (SNIB, 2018) al que llamaremos inventarios de referencia, este se compara con las especies registradas por observaciones en los puntos de conteo y fototrampas que se ha implementado mediante el SNMB entre el 2015 al 2017. Se identificaron los grupos funcionales al que pertenece cada especie, para estimar la representatividad funcional mediante la proporción del número de grupos observado con respecto al esperado en los inventarios, lo que confirma el monto de funciones que aún prevalecen. Tener mayor cantidad de datos permitirá integraran otros estimadores asociados con diversidad funcional para comparar esta representatividad y estimar la consistencia de la condición y poder integrarla como parte de la calibración del modelo de Integridad Ecosistémica. Por otro lado la mayor redundancia funcional, es decir, el mayor número de especies por grupo funcional, es asociada con la resiliencia de los ecosistemas y reduce la vulnerabilidad a las cascadas de extinción (Sanders et al 2018). La pérdida local de especies por impacto humano puede cambiar la estructura de las comunidades, reduciendo la complejidad de ellas y el grado de interconectividad entre las especies. La diferencia en redundancia se observa entre la frecuencia de especies observada con respecto a la composición de la comunidad histórica de la Área Protegida y la frecuencia de número de especies por grupo funcional registradas en el SAR-MOD vía el SNMB.

Cabe destacar la vulnerabilidad que se ha reconocido en algunos estudios de grupos funcionales como los frugívoros, los que se alimentan en el suelo, aves de presa y herbívoros (Duckworth, G. D. & R. Altwegg, 2018). Los grupos no observados no significan ausencia confirmada si no el resultado de el esfuerzo de los primeros 3 años de muestreo del SNMB, por lo que el incremento del esfuerzo de muestreo en el tiempo puede incrementar la certidubre de la ausencia de los grupos no observados.

       

Especies Clave: Depredadores Tope y sus presas principales

     

Los depredadores tope son especies clave que se encuentran en los niveles más altos de la cadena trófica. Al ser carnívoros estrictos de talla grande, son importantes reguladores de la estructura del ecosistema y ayudan a preservar la biodiversidad de las comunidades terrestres (Soulé and Terborgh, 1980). Son llamados ingenieros ecosistémicos por el papel que juegan en proveer de recursos a diversas especies como coleópteros, aves y pequeños mamíferosa a partir de los restos que dejan de sus presas como es el caso del puma (Elbroch, et al 2017; Barry et al 2018). Los mamíferos depredadores tope en México son el Puma y el Jaguar. Estos son los felinos más grandes y ambos cubren casi todo el territorio nacional. A pesar de presentar una amplia distribución, tienen baja abundancia debido a sus hábitos territoriales, por lo que se requiere de un alto esfuezo de muestreo para su monitoreo. Sin embargo, la presencia de los depredadores es dependiente de la presencia de sus presas. Aquí se evaluó la representatividad de la composición de los depredadores tope y sus principales presas en México como aproximación del estado del esta interacción (depredador-presa).

Se compilaron inventarios de especies de mamíferos (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad) que son reconocidos como presas principales en las Áreas Naturales Protegidas para contrastar la composición esperada con la registrada en el SNMB a partir de cámaras trampa, huellas y excretas (Figura 2).

La representatividad de presas y depredadores tope clave registradas dentro de la RB Tehuacán-Cuicatlán en el SAR-MOD hasta ahora es de 14.3%.

     

Figura 2. Representatividad de presas y depredadores tope. Se muestran las presas y depredadores potencialmente presentes en el Área Natural y su abundancia relativa detectada. Las diferentes secciones en la gráfica muestran si las especies son presas compartidas o exclusivas de cada depredador tope. La ausencia de barras muestra que no ha sido detectada la especie en el SNMB en el periodo 2014-2017